A veces resulta tan grande el deseo de una
mujer por tener un hijo con o sin pareja, que creen estarlo y presentan todos
los síntomas.
Un embarazo imaginario afecta a la mujer y
toda su familia, ya que al descubrir que no hay ningún bebe, pueden caer en una
depresión.
Aún sin que haya habido concepción, cesa el
periodo menstrual, el abdomen se expande y los pechos se hinchan, e incluso en
algunos casos llegan a segregar leche. En casis extremos, los test de orina
caseros pueden arrojar falsos positivos, ya que las hormonas se alteran para reflejar
un embarazo, y la mujer puede sentir el movimiento del bebe.
Suele afectar de una a seis mujeres por cada
22,000 embarazos reales
En su mayoría cuando se les dice a las mujeres
que no están embarazadas realmente, todos los síntomas desaparecen pero en
otros casos, la mujer puede caer en una terrible depresión.
Contrario a lo que se piensa, la mujer no es
la única en la que se puede presentar un embarazo psicológico, puede darse en
hombres cuyas mujeres están embarazadas. Ellos experimentan algunos de sus
síntomas en una especie de ´´embarazo psicológico solidario´´ con la compañera
a la que están procurando proteger.
Las investigaciones han asociado este
trastorno con la glándula pituitaria (el centro de la producción de hormonas
durante el embarazo), y específicamente, con un alto nivel de hormonases y la
ansiedad a menudo es detonado por el estrés y la ansiedad, que a su vez causan
los cambios emocionales y psicológicos que llevan a una mujer a creerse
embarazada.
Para tratar esta condición, primeramente hay
que asegurarse de que no se trate de un embarazo real, además de un análisis de
sangre y una ecografía.
Muchas veces la forma en la que tratan los
familiares a la mujer que creía estar embarazada no es la adecuada, ya que
algunos pueden llegarle a tacharle de loca cuando en realidad se trata
solamente del deseo de ser madre y para curarlo solo se necesita de compresión
y atención de parte de la familia. Además el refuerzo de sesiones con un
psicólogo ayuda a aquellas mujeres que no pueden hablar fácilmente de sus
emociones, pero lo principal, siempre será el apoyo de la familia y un entorno
saludable, sin estrés ni presiones.
Claro que hay casos extremos en los que aún
con el apoyo de la familia y sesiones con un psicólogo no son suficientes y se
tiene que recurrir a la medicación, con tratamientos anti psicóticos y
antidepresivos.
Así que siempre es bueno esperar con paciencia
y no forzar las cosas, ya que la mente te puede hacer creer cosas irreales.
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